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6/09/2011

Kiko Amat. El amigo cercano... Pt. 2


Segunda parte de la entrevista que realizamos a Kiko Amat, en esta ocasión enfocada mayormente a su labor como escritor y aderezada con algunas recomendaciones musicales, fílmicas y demás.
Desde aquí nuestro agradecimiento a Kiko por su tiempo y la honestidad en sus respuestas.

Que lo disfruten…


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Háblanos sobre tu primer fanzine y los subsecuentes… ¿Qué escribías además de reseñas de discos?
Bueno, no puedo hablarte de todos los que he realizado, porque son legión. Pero mi primer fanzine propio se llamaba Rowed-Out!, y lo hacía junto a mi hermano, y era mod, punk, teenager y garajero. Esto era de 1988 a 1990, cuando yo tenía 17-18 años. Hablábamos de discos y grupos que nos chiflaban (Sorrows, Eyes, Creation, Downliners Sect, SLF, The What For?, The Beatpack, Los Mescaleros...), pero también (cuando empezaba a sentirme asqueado por la deriva luterana de los mods 90’s) de nuevos cultos a formar (Flower-punks, los llamamos), y también habían artículos humorísticos muy parecidos a los que escribo hoy. Estaba hecho con máquina de escribir, tijeras, y pegamento en barra Prit, y luego fotocopiado. Era el fanzine favorito de bastante gente, asumo que por la perspectiva salvaje y jocosa, y el tono de bulla y mofa que desprendían muchos de sus artículos.

¿Cómo brincas de ese pequeño soporte a las narraciones extensas?
Muchos años y fanzines y colaboraciones en alguna revista mainstream después me marché a vivir a Londres, en 1997. Allí empecé a escribir un diario, que fue adquiriendo perfil narrativo según pasaba el tiempo. Cuando lo terminé, me sentí preparado para empezar una novela; tenía 30 años. El resultado fue El día que me vaya no se lo diré a nadie. A Jorge Herralde (de Anagrama) le gustó, porque después de todo ostentaba los referentes que él había amado siempre (Brautigan, Colin McInnes, Susan Hinton) y decidió publicarme.

¿Cómo fue la experiencia de publicar tu primer libro?
Una vaga sensación de “tenía razón”, de que esto era lo que tenía destinado hacer desde mi infancia. Tardé un poco en llegar, porque tomé unos cuantos desvíos (en su mayoría onerosos), pero al final lo hice. Asimismo, entonces aún no sabía que lo peor, lo dífícil, estaba por llegar, y que mi debut había sido escrito con la suerte e intuición del principiante. Tuve que aprender a desechar mucho para realizar Cosas que hacen BUM. Creo que allí empecé a aprender a escribir narrativa. El día... había sido a shot in the dark, que dicen los ingleses. Salió más o menos bien, pero fue pura fortuna.

¿Dos libros después has dejado de considerarte un escritor por accidente? Lo menciono porque Rompepistas no es una obra fortuita. De hecho, me parece tu mejor trabajo hasta el momento y uno de los retratos más auténticos que he leído sobre la calle y los que la vivimos (al menos, desde esta perspectiva)…
No. Soy un escritor de verdad, y con un par. Lo de “por accidente” lo digo solo para que no me confundan con los ex-estudiantes de educación privada y título de literatura comparada, y para que quede claro que vengo de otro lado. Rompepistas es un reflejo de ese lado: botas y tirantes, parkas, tupés y centraminas. Pero soy escritor, pienso como un escritor y llevo todos los estigmas de la tradición. Paso la mayor parte de mi vida aislado, escuchando a Red House Painters y escribiendo, sin conexión alguna (en tiempo real; que no emocional) con el resto de la gente. Por eso mismo, si algún día no les saludo, no se lo tomen mal: en ningún caso es arrogancia, sino ensimismación y falta de costumbre en el trato con bípedos habladores.

Después de la trilogía ¿qué hay en tu futuro próximo? ¿Cuáles son los próximos proyectos literarios, musicales, fanzineros y tal?
Mi nueva novela se llama Eres el mejor, Cienfuegos. Está escrita y ya reposa en las manos de mi editor. Saldrá en enero del 2012. Mi libro de ensayos musicales se llama Mil Violines y saldrá en una semana, en España. El 10 de junio, concretamente.

Eres un apasionado confeso de la ropa ¿Cuál es el mejor look, según Kiko Amat?
Lamento decepcionaros, pero ya no soy nada apasionado (práctico) de la ropa. La ropa me importa un comino hoy, y sería feliz el resto de mi vida con unos Chinos, unos mocasines de tela y unos cuantos cientos de camisetas de grupos. Dicho esto, el look que diseñó Dios es el look Ivy.

Tres escritores y porque esos tres…
Francisco Casavella por la elasticidad, el ritmo y el lenguaje. Raymond Chandler, por la pegajosidad y la elegancia chulesca. Jim Dodge, por la empatia y la bondad. Joe Heller por el humor amargo. Vonnegut por la voz infantil y la honestidad. Jardiel por el rostro y la ingenuidad. Nik Cohn por la elasticidad, también, y la emoción. Sam Lipsyte y Wodehouse por la carcajada.

Confesiones y recomendaciones. Los indispensables para Kiko Amat:
Un disco: Too-Rye-Ay, Dexys. Smashed, Mose Allison. I just can’t stop it, The Beat. Setting sons, The Jam. La Varieté, Weekend. Monkey business (Trojan), 60’s punk, Kent Records.
Un libro: Sometimes a great notion, Ken Kesey
Una película: Billy Liar, Kind hearts and coronets, A matter of life and death, From here to eternity, Sunset Boulevard.
Una banda: The Fleshtones, The Beat, Dexys, Jam, Specials, Who, Jasmine Minks, The Claim, McCarthy, Purple Hearts, Byrds, MC4, Weekend, Alison Statton, toda la Motown y el southern soul, y el deep soul y el folk-rock...
Un cantante: Mose Allison, Laura Nyro, Kevin Rowland,
Una cita: la letra entera del “Let’s make this precious”: especialmente lo de abandonar toda tentación para poder vencer.

Por último, las gracias por tu tiempo, el espacio es tuyo. Un comentario final, por favor…
¡Viva el 15-M!

6/01/2011

Kiko Amat. El amigo cercano... Pt. 1


“Cosas que hacen BUM” y “Rompepistas” son las últimas dos novelas del escritor catalán Kiko Amat, un nombre que en los últimos dos años ha cobrado fuerza en Mexico, y hablo específicamente dentro de la escena Mod/Reggae donde la pandilla Skinhead y los jóvenes Mods capitalinos han encontrado un vinculo con los personajes de las novelas. Además el blog/fanzine “La Escuela Moderna” que Amat dirige junto a su hermano, al igual que su página web Bendito Atraso son preferidos del público mexicano y un básico virtual para muchos de nosotros.
Por todo esto la intención de aplicar un interrogatorio al escritor catalán estuvo siempre presente, sobre todo la de indagar sobre su pasado Mod y la influencia que este tuvo en él (reflejo que muchos avistamos en sus textos) amen de su pasado fanzinero sin dejar de lado su producción literaria. Sus respuestas. Sinceras, explosivas y extensas son del tipo que nos gusta publicar dentro de Friday On My Mind

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Háblanos un poco de ti, cuéntanos algo que no esté al reverso de un libro o flotando en la web. ¿Quién es Kiko Amat?
Un tipo con notable sentido del humor a pesar de (o precisamente gracias a) la dolorosa concepción del propio patetismo, vanidad, fragilidad y miseria, un señor mayor, un tipo normal (aunque con demasiados discos y libros), un escritor entusiasta, un padre de grotesca fachada exterior aunque vasto corazón, un ex-mod 80’s, un amigo de los skins y los punks, un gordo en ciernes (todo se andará), escaparate de tatuajes inmundos, anglófilo y alfeñique (las dos cosas de nacimiento), y un tío locuaz, en general, al que le gusta estar en bares y abrazarse y reír con gente que no es nada, que es solo gente, y un señor que por tanto no se pasa el día enarbolando intelecto-estudios-afiliaciones-proyectos. I suffer no fools gladly, amigos.

¿Cuál fue tu primer acercamiento al universo de los detalles imperceptibles, de los grandes soundtracks y las obsesiones? y lo más importante… ¿cómo fue?
Mi visión está en un artículo que publicamos en La Escuela Moderna llamado “Los años del frescor”, y que habla precisamente de la aparición mariana que representó para mí el avistar a los primeros mods de mi pueblo en 1985, y los cinco años de intensa (aunque crítica) actividad partisana en el modismo ochentas (un culto que, por otro lado, no se parece en casi nada al actual). Pero era anglófilo desde cuarto o quinto de EGB, no sabría decir por qué. De aquello –el modismo- conservo algunos tics y querencias, entre ellas la atención al detalle (no sólo estético), a la belleza, a la tradición y la pureza de emoción. Los referentes externos desaparecieron con el pasar de los años, si exceptuamos las camisas button-down y una Vespa geriátrica que llevo desde que tenía 19 años. En lo demás tan solo soy un amigo cercano de esa subcultura, aunque distanciado y nada militante, y desde luego nada incondicional.

¿Cómo era la vida de un Mod de extrarradio en los años 80’s?
Yo lo recuerdo como una vida con completa sensación de pertenecer, y de vida de pandilla, tanto con los mods de Barcelona como con mis amigos skinheads de Sant Boi. Durante unos años, esa gente era mi familia, y pasé junto a ellos tantas horas, tantas desgracias y alegrías, y tantos momentos extremos e inolvidables y cambia-vidas, por una u otra razón, que no creo exagerado afirmar que nadie en el mundo me conoce mejor que mis viejos amigos de adolescencia. Conservo la memoria y la pena y la exultación de mis diecisiete años en el lugar más limpio de mi alma. Si te referías a vida cotidiana, yo lo recuerdo como fiestas, fanzines, anfetas, discos, instituto, novias y un montón de excéntricos y fascinantes tipos que ya no existen y nunca volverán.


¿Qué ha cambiado de aquel entonces a la fecha?
Para empezar, los mods (no tanto los skinheads o rockers, que sí pueden envejecer) deben ser jóvenes. Me parece fantástico que la gente siga afiliada al culto a los 40 (por melancolía, por amigos, porque para ellos significa otra cosa, porque se casaron a los veinticionco y ahora –post-divorcio- quieren volver a sentir algo de aquella veloz y bonita pertenencia), pero de la forma en que yo lo viví, las creencias que llevaba adscritas el asunto no eran el amor a un determinado set de sonidos, o a una época, sino unas –por completo- autocombustivas pasiones por la propia juventud (en mi época no encontrabas a nadie mayor de 22 en los mod clubs; el tío más viejo de toda la escena tenía 25 años, y para nosotros –que teníamos entre 17 y 19- era casi Matusalén), y la furia, y religiosidad, y beligerancia perenne, que son radicalmente insostenibles pasados unos años. Esto es así, y de hecho era lo bello del tema, para mí: amar algo con tanta intensidad no puede perpetuarse siempre, no puede congelarse en su concepción inicial, con toda esa hermosa inocencia (la inocencia es lo primero que suele perderse en las subculturas, al pasar unos años). Por añadidura, yo era mod de extrarradio, y ochentas: por tanto en el cóctel hay que añadir un comportamiento semi-delincuente y pendenciero de banda que sí deja de ser digno (o llevable) pasados los veinte. Ahora tengo 40 años: me chiflan los discos, pero nunca los clubs (odio los clubs, de cualquier persuasión), me importa un pimiento la ropa (y me aburro como una ostra cuando alguien me habla de ella), me paso la vida en calzoncillos escribiendo historias en una habitación oscura, y cuando emerjo de ella solo quiero estar con mi familia y mis hijos, o con mis amigos más queridos platicando apaciblemente (o furiosamente) en bodegas, o leyendo libros magníficos en mi chaise longe. Si lo dicho no suena muy mod es porque, obviamente, no lo es. Ni ganas.

¿Qué tanta influencia tuvo en tu vida tuvo el haber sido Mod?
Total. Aunque jamás lo consideraría algo deseable para mis hijos. Me explico: en mi caso, lo mod fue mi primera salvación, y eso no es lo mismo que decir que sea algo recomendable para todo el mundo. Para mí y para mucha otra gente semi-dañada que conocí -nerds y freaks y pésimos atletas y acomplejados y tísicos del mundo- la afiliación a vida o muerte subcultural fue la gran tabla de salvación, redención, orgullo, pasión y dirección de nuestra juventud. Pero que te parezca sensacional encontrar una balsa (bonita, encima, y no extraviada) en medio del oceano no es lo mismo que decir que desearías volver a estar naufragando en busca de algo flotante entre los tiburones. Preferiría tener menos traumas y gilipolleces en la cabeza, en resumen, que reencontrar lo mod. Pero las cosas no iban a ir así, y la iluminación modernista me salvó, es cierto. Pero no me hizo mejor persona, no creo (otros encuentros y aprendizajes servirían esa función). Creo que en ese sentido lo mod es una religión que suele (o solía) cincelar a tíos excepcionalmente fascinantes, con ideas e imágenes afiladas e intensas, individualistas que harían cosas elevadas y puras, pero que no estaban muy bien dotados en la empatía o el arte de amar, o dejarse amar, o confraternizar con otros humanos. Ese es el punto flaco de la modidad, en cuanto a pack de ideas: como coraza, inspiración y endurecedor espiritual, el modismo es una maravilla, pero como escuela de la vida posee muchas minusvalías, y siempre termina siendo una cosa de “la gente es imbécil porque no conoce a Slim Harpo; yo soy la monda porque sí lo conozco”. Pero la gente no es imbécil, y si lo es seguro que no es por Slim Harpo. Las mejores personas que se han cruzado en mi vida no tenían un solo disco o pantalón hermoso; no eran maravillosos por eso, porque esas cosas no hacen que alguien sea mejor o peor persona. Son accesorios que sólo merecen mención cuando alguien sí tiene el alma y la mirada limpia. De no ser así, son solo posesiones sin trascendencia alguna más allá de la locura completista-acumulativa o la ostentación estéril.


Continuara...

5/13/2011

Dani Llabres, el hombrecillo de gafas tras Realmoworld...


"Si esta escena ha durado más de 50 años y ha conseguido superar masificaciones y modas es por la infinidad de gente que ha hecho y hace cosas por y para la escena"


Para los acólitos del Underground Fanzine el nombre de Dani Llabres no es desconocido gracias al plagio que hemos realizado de sus textos y a sus múltiples participaciones dentro de nuestras páginas e incluso dentro de este blog. Sin embargo hace no pocos meses la red se cimbro durante el alumbramiento de una nueva página dedicada a los amantes de EL ESTILO y LA MUSICA, los amantes de La Vida. El responsable no sería otro que nuestro viejo amigo que no conforme con haber sido cazador de ballenas, impersonaitor de Elvis y, más recientemente, escritor demente; nos sorprende con su nueva faceta de web master de uno de los mejores esbozos virtuales de la historia, la música y la moda del gran estilo surgido en las calles británicas de la posguerra.

El conocimiento acumulado durante años esta ahora al alcance de los mortales. A partir de ahora el Ivy League look, el Blue Beat, el Cool Jazz, las Madras Jackets y las mejores noticias del mundo Mod estarán a un solo click de distancia de los pecadores. Pero, no obstante el éxito de la cruzada del Hermano Llabres por rescatar las almas de los hablantes de la lengua española esta semana ha inagurado la versión al ingles de realmodworld.
Celebrando este acontecimiento compartimos con ustedes el interrogatorio al que sometimos al ‘Reverendo’ Llabres…



En México te conocemos a través del plagio que hemos realizado de tus textos y tus colaboraciones para el Underground Fanzine pero, díganos, por favor ¿Quién es usted, mi estimado Hermano Llabrés? ¿a qué se dedica y qué podemos esperar de tandistinguido personaje?
En cuanto al quién, diría que soy un ente a mitad camino entre la bohemia y el hedonismo con la black music de los 60 como banda sonora y el Ivy League italianizado por armadura. Vamos, lo que vendría a ser un Mod cualquiera.
En lo que se refiere a mi diario devenir el mismo transcurre en una continua búsqueda de ese imposible llamado felicidad. Algo que me ha llevado a abandonar la abogacía, después de 15 años, y a centrar mi existencia en ejercer de webmodster, emborronar hojas con alguna historia demencial y casarme sin parar (y de forma compulsiva) con la misma mujer. Vaya, lo que cualquier madre definiría como “arruinarse la vida”.
Y en cuanto al qué se puede esperar de este que viste y calza pues poco más que actualizaciones diarias, una intensa conversación (si se puede llamar conversación a que solo hable uno de los interlocutores) y un buen gin-tonic.


¿Cómo y cuándo es que de un momento a otro te ves inmerso dentro de este universo hecho a medida?
Fue allá por el año 85 del pasado siglo. Yo era un teenager español de transición democrática en Colegio de los Dominicos (circunstancias poco o nada aptas para el “jugar distinto”) que estaba obsesionado con lo que por estos lares se denominaban las “tribus urbanas”. Lo único que sabía por aquel entonces es que quería ser parte de aquello. Simplemente elegí ser un Mod porque eran los que estéticamente más me gustaban. Así de absurdo (¿o no?). Una de las decisiones más determinantes de mi vida tan solo dependió de que me gustaran más las gabardinas blancas que las cazadoras de cuero tachonadas. Seguro que en una vida paralela soy un viejo punk con un tatuaje desleído de “No Future” que vende latas de cerveza a 1 euro y está en tratamiento de Metadona.


Tu paso por el mundo Mod incluye buena cantidad de textos, entre ellos tu propio fanzine (Cool Street) y múltiples participaciones, además de la colección de relatos “Pequeños Freaks” y otros mitos que rodean tu efigie pero, no conforme con eso ahora nos legas la magnífica web www.realmodworld.com
¿Qué pasa contigo? ¿Cuál es tu plan maestro?
Si esta escena ha durado más de 50 años y ha conseguido superar masificaciones y modas es por la infinidad de gente que ha hecho y hace cosas por y para la escena. La web es, de un lado, una forma de devolverle al Modernismo una ínfima parte de los mucho que me ha dado y, de otro, mi pequeño granito de arena ayudando a promocionar las actividades de todos aquellos que desde lugares de medio mundo hacéis que esto siga tan vivo como hace 5 décadas. ¿Existe un plan maestro? Sí. Pero solo sabréis cuál cuando ya sea demasiado tarde.



Hablanos del proceso para la realización de la web porque queda claro que usted ha sido no solo el principal responsable, sino el único. Todo es netamente DIY, lleno de detalles y muy particular. Un alarde de modernismo a cada click…
En un principio yo solo me tenía que ocupar de los textos, algo lógico si tenemos en cuenta que hasta hace año y medio para mí las webs eran un misterio tan incomprensible como que un trozo de plástico suelte música al ser arañado por una aguja, una bombilla se encienda al darle a un interruptor o que no se salga el gas de una botella de sidra si le metes una cucharilla de postre. Así que cuándo se me ocurrió la idea de realmodworld lo primero que hice fue proponérselo a un par de amigos bastante más duchos en nuevas tecnologías. Al final, la cosa no avanzaba y opté por ejercer de hombre-orquesta cursillo intensivo mediante… y el resultado, cuyos inmerecidos halagos agradezco, ya lo conocéis.


Me parece que la web promueve… ¿cómo decirlo?... ¿las buenas costumbres?
El Ivy League look y el Blue Beat, por ejemplo, tan solo un par de esos ingredientes indispensables de eso que llamamos ser Mod y que en muchos casos se han ido diluyendo, son protagonistas principales en tu web.
Dicho esto… ¿Consideras que estas expresiones típicas del estilo han perdido terreno en la actualidad?
Creo que no. Simplemente pienso que son expresiones minoritarias en la escena porque tienen unos competidores demasiado poderosos. El Blue Beat tiene que vérselas con titanes de la talla del R&B o el Soul (con los que difícilmente puede competir en producción y variedad) y el Ivy League con la mayor influencia estética del modernismo: el look Continental. A pesar de eso, ambos tienen un buen gancho de derecha y siempre han sabido defender su territorio. Aún así, no olvidemos que esta escena la hacemos y controlamos nosotros y nadie más que nosotros, por lo tanto en nuestras manos está el que ninguna de nuestras influencias y manifestaciones se pierdan o se diluyan.


¿Cuál es tu opinión de la escena Mod actual?
La actual escena Mod está más informada, internacionalizada y en contacto de lo que jamás ha estado. Esa locura apocalíptica llamada internet nos está permitiendo una magnífica interrelación entre los Mods de medio mundo y ello sin perder nuestro terapéutico underground gracias a su hipersaturación informativa.


Cambiando un poco de tema y volviendo al mundo de las letras, no podemos cerrar este entrevista sin pedirte noticias sobre el alumbramiento de tu última producción literaria ¿Cómo va esa esperada novela? ¿Cuándo seremos testigos del fin del mundo?
Con Realmodworld he creado un dinosaurio al que hay que dar de comer cada día para que no le acabe pillando la era glacial. La verdad es que con las actualizaciones diarias, la búsqueda y preparación de las noticias y eventos, el diseño y traducción de la parte de inglés, el continuo laboro para hacer la web cada vez más operativa y el casarme me queda poco tiempo para dedicarle a la pluma. Pero no temáis. Los inmortales tenemos todo el tiempo del mundo y el fin del mundo llegará.


Un par de confesiones y recomendaciones. Háblanos de los indispensables para Dani Llabrés:
Un disco: “The Cat” de Jimmy Smith
Un libro: “La conjura de los necios” de John Kennedy Toole
Una película: “Ciudadano Kane” de Orson Welles
Una banda: Georgie Fame and the Blue Flames
Un cantante: Marvin Gaye
Una cita: “El hombre está condenado a ser libre” de Jean-Paul Sartre

Debo decir que esta suerte de test maldito ha sido el culpable de la tardanza en responder a este cuestionario transatlántico. Doloroso ejercicio de síntesis cargado de culpabilidad.


Por último, las gracias por tu tiempo y amistad. El espacio es suyo para que nos bendiga con alguna de sus máximas, maestro. Unas palabras por favor…
Cuatro recomendaciones para sobrellevar esta guerra de guerrillas que es la vida que nos ha tocado vivir: acción contra el tedio, individualismo contra el espíritu de rebaño, elegancia contra la mediocridad y una gragea de realmodworld cada 24 horas.