11/11/2008

Underground Chronicles. Capitulo I: La inocencia.

Han pasado poco más de seis años desde que me invadió la idea de llevar mis palabras más allá de las conversaciones con mis amistades y aun no lo puedo creer. Un buen puñado de fiestas, dos weekenders, cinco ejemplares bautizados como Underground y mucha, mucha satisfacción y felicidad.

Entonces todo era diferente, las fuentes de información eran la mar de pobres, la música que escuchábamos eran otra, y sin temor ni vergüenza puedo decir que los nombres de muchos artistas solo los habíamos leído y los labels de sus discos solo los habíamos visto en fotografías. Jamaica era la tierra prometida, Inglaterra una sucursal de ese paraíso, y nuestro universo privado se retrataba en las imágenes de adolescentes de otro tiempo y espacio que se cruzaban mientras Neville Staples y Terry Hall hacían de la suyas en la cinta magnética de un ya casi arcaico VHS (y juro por Dios que alguna ocasión mire un Beta).Todo era un mito, todo era mágico, todo era y no era.

Entonces había un buen puñado de fanzines, muchos de ellos inclinados hacia la política, siempre hablado de los mismo y buscando relación con sus ideario político. No es que fueran muy malos, siempre había algo rescatable, pero al final tanta política y poca diversión no era, para nada, divertido. Pensé que yo también tenía algo que decir y tan fácil como suena, comencé a redactar mi propio fanzine. No es que tuviera mucho que decir, pero si tenia mucho que aprender y no conozco un método mas infalible (la vez que agradable) para atragantarse de conocimiento.

Al mismo tiempo que comenzaba mi cruzada coincidió en mi videocasetera un viejo filme ingles, con muchachitos de chamarras verdes y música fuera de este y cualquier otro mundo. Ya había oído hablar de ellos pero esto era distinto, esta vez los tenía ahí, frente a mi, bailando y pavoneándose arriba de sus fieles corceles metálicos, retando a la autoridad y mostrando su supremacía en las playas. No pude resistir y me rendí ante esa enfermedad terminal. Desde entonces hasta la fecha ese a sido el giro demi vida, aquella música extraña y sus mas fieles amantes.

En mis hojas, hubo espacio para ellos (y asi sera por los siglos de los siglos), pero también había residuos de mis viejos amores pues Ivan/Jimmy Cliff y Lee Perry pasaron por ahí saludando alegremente; hubo, claro que si, retazos y plagios, mis opiniones siempre controversiales y hasta unas letras por compromiso (hombre, hay que pagar las fotocopias). Fueron meses divertidísimos, creía ciegamente que hacia un esfuerzo metahumano cuando no hacia mas que cortar y pegar opiniones vertidas previamente (buen fanzinero); realmente receptivo ante casi cualquier comentario y fuente de información,que, ya lo dije, eran escasas, así que salio una criatura muy guapa (hay que ver que bonita portada para los medios), pero no muy consistente.

Tuvo su fiesta, sus fanfarrias, sus buenos y malos comentarios, su escasa distribución (otro buen detalle fanzinero), pero inexplicablemente el sueño se apago momentáneamente…

11/06/2008

Awopbopaloobop Alopbamboom. Una historia de la música pop - Nik Cohn (1970)


Descubrí “Awopbopaloobop….” por mera coincidencia, una conocida me menciono que dentro del libro que acababa de leer había leído un capitulo sobre “esa extraña música que me gustaba”; y de momento no le tome importancia, luego comento algo que tenia que ver con the Who, e inmediato escuche la palabra mágica: Mods. Fue entonces que demande en ese mismo instante que aquel libro me fuese proveído, y a los pocos días me vi inmerso en el mundo de Nik Cohn.


Este no es un libro cualquiera, es un libro escrito por un conocedor, un conocedor de 22 años. Un post-teenager que aun mantenía viva la llama de la pasión que solo la música y la juventud entremezcladas pueden encender de esa manera; y es que no pudo ser mas afortunado pues, el bueno de Cohn cayo en el lugar y momento indicados, la Inglaterra de los gloriosos años sesenta. Que época para ser un adolescente.

Con solo 17 años aquel muchachito de Irlanda del Norte que ganaba 8 libras en un trabajo manual paso, de un momento a otro, a escribir su propia columna dentro de un periódico londinense. El autor de esta fascinante historia atribuye su suerte a que por aquel entonces el mundo giro la cabeza hacia la juventud después del error de Decca Records al no fichar a los Beatles, nadie quería ser el imbeil que dejara escapar al siguiente John Lenon. Personalmente creo que sobrevalora a los de Liverpool como tantos otros, y es que vaya, los adolescentes ingleses habían comenzado a comerse a grandes pedazos el Reino de la Gran Bretaña un buen tiempo atras . Si, Lennon y McCartney llegaron a deslumbrar a la Reina con sus cortes de pelo “taan largos” y “su actitud retadora” (que mentira), pero a él. como a muchos cronistas, olvida que aquel estilo de vestir y ese corte de cabello fue robado a un grupo de unos muchachos amantes de la música negra y el buen vestir que proliferaban por el East End. Sí amigo, adivino, esos muchachos eran los Mods.

Como sea, olvidemos este detalle por el momento y volvamos lo que nos remite, un joven Nik Cohn, su maquina de escribir y el nacimiento, desarrollo y ¿madurez? de la música durante la década de la inocencia y las chicas gritonas desmayadas.


Pues si, el muchacho como muchos se salio del hogar y abandono la escuela, llego a un Londres a tiempo para destapar esa olla en ebullición y consiguió un trabajo como escritor. Recibía discos gratis y a las chicas en su cama, nunca vestía la misma camisa y gozaba de la amistad de personajes como Andrew Loog Oldham o el bueno de Pete Townshend. Un día se dio cuenta que ese tren llamado Rock & Roll era manejado por un grupo de conductores obesos con signo de libras en los ojos, percibió la corrupción de lo mas sagrado y, entonces, se exilio en una cabaña y escribió esta historia.

“Awopbopaloobop….” es a mi gusto un gran fanzine, escrito con verdadera pasión. Cero objetividades, muchas vivencias y pocas imágenes. Las cosas como son, como deben ser contadas. The Who, James Brown, los Rolling Stones, el Soul, los Mods, casi nada quedo fuera del escrutinio de Cohn, todo fue implacablemente comentado, y si esto es una mierda, es una mierda y punto. Lo juro, solo falto ser enviado al mundo en forma de fotocopias.


La honestidad y pasión de Cohn son, sin temor a equivocarme, los mayores meritos del libro y posiblemente, sean tan solo algunas de las razones por las que el tiempo no ha podido contra él. Un regalo de un teenager para otros como él, contando la historia de la década mas teenager de todas.


El perfecto fanzine…

11/05/2008

Street Sounds: The Neza Soul Sessions...






A veces las palabras no son suficientes, ni escritas, ni adornadas, ni vueltas y revueltas. Las imágenes, dicen, cuentan más que mil palabras y, si una hoja llena de letras no te inspira nada, quizás, una pared llena de alma, te inspire un poco más.
Bueno, las paredes y las calles, por si solas cuenta historias; escuchan a sus andantes y, las mas de las veces, les guardan sus secretos, aunque nunca faltan los locos, los aventureros, los perturbados que las maquillan y de este modo las obligan a hablar, a contar una historia que se debe contar.

El que suscribe se declara como uno de estos perturbados. Si, estimado lector, una tarde decidí tomar por asalto la ciudad y obligarla a contar una de mis historias favoritas. Como una buena historia depende en gran medida de los actores de la misma, me día la tarea de elegir a los mas apropiados; mi elección creo yo, fue la mas apropiada y a partir de ese momento Muddy Waters y Otis Redding entregaron su alama cantando a la ciudad mas grande del mundo, llevando la palabra del Soul y un mensaje mas que apropiado para estos tiempos que corren como locos: Keep the Faith!
Un mensaje de esperanza, ¡Mantén
la Fe, hermano! pues, como decía Sam Cooke: “A Change Is Gonna Come”

“If This Ain't Love (Don't Know What Is)” - Nicole Willis & the Soul Investigators



Paso que vagando por la Internet me encontré con una fotografía encantadora, un bombo de batería decorado con la las palabras, "The Soul Investigators", estas venían acompañadas de un par de estrellas y además, dentro de Investigators, había un guión que delataba la poca pericia del aquel rotulador. Se veia genial.

La palabra Soul me llamo de inmediato, me pego esa cosquilla y me entregue a la curiosidad dando un click para poder disfrutar de la imagen en un tamaño más agradable. La batería venia acompañada de un link (otra vez la curiosidad), este me llevo a un video y a un gran descubrimiento: Nicole Willis & the Soul Investigators.


Nicole Willis es originaria de New York, posee una voz encantadora y un cabello espectacular. The Soul Investigatos son un grupo de ¡¿finlandeses!? (disculpen, mi exaltación) a los que se le da muy bien el Funk. Se conocieron, interactuaron y grabaron “If This Ain't Love (Don't Know What Is)” en 2005 y fue, sin exageraciones, un hitazo.

No es para menos, su ritmo apto para las pistas de baile logro cautivar no solo a los apasionados del Funk, también conquisto corazones entre sectores mas recelosos como el Northern Soul.

Los finlandeses y la señorita Willis lograron un sonido característico, pero las influencias están ahí; evidentemente y de manera indisoluble, Stax y Motown; aunque los años Curtom de Curtis Mayfield saludan mientras esa flauta anuncia el final.

Apto para las pistas de baile, para splits y backdrops, es también un relajante muscular, de esos que dejas girando y girando mientras te escurres en la cama o el sofá. Es precisamente esta ubicuidad lo que provoco su agotamiento masivo en un par de días, y ahora no es sorpresa encontrar copias en una famosa página de subastas, sobrepasando los precios comunes para un disco tan reciente.


El álbum “Keep Reachin’ Out”, que es donde se encuentra atrapada esta canción, por supuesto que tiene lo suyo, pero hablemos de él después, solo señalemos que podemos encontrarlo en una presentación elegante, acabada en elegante vinilo…